domingo, 20 de septiembre de 2009

HAY VIDA

Gracias a la ciencia sabemos que desde la unión del espermatozoide con el óvulo, es decir, desde la concepción, hay una vida humana... lo que nos hemos estado perdiendo

lunes, 14 de septiembre de 2009

Una mujer que abortó


Es muy fácil desviar la discusión… la ignorancia es útil, y el lenguaje ayuda a confundir. “Interrupción voluntaria del embarazo”, o “salud reproductiva”, son términos que inequívocamente hacen alusión al aborto, pero claro, no se puede decir aborto… aún en América Latina, es tabú.


Hablemos claro. El aborto mata, y sobre esa base, discutamos… discutamos si creemos que está bien o mal, pero conscientes que llevando esta discusión a la acción, se salvan o se matan vidas.


Hay quienes dicen que discutir sobre el aborto en ciertos casos –como aquél consecuencia de violación- es algo estrictamente moral, y depende de cada uno. Si la madre finalmente decide tener al hijo producto de una violación, ¿podría matarlo cuando le plazca? En ese caso, ¿su conducta afectaría únicamente a la moral? ¿Hay alguna diferencia en matar al hijo dentro o fuera del vientre materno?


Discutamos. Adelante.

Dinero sangriento

Las luchas por la despenalización del aborto tienen un trasfondo económico… finalmente, la despenalización del aborto acarrea que más gente quiera practicárselo, y para satisfacer la mayor demanda, hay que invertir en nuevas clínicas, o ampliar la capacidad de las ya existentes.

Sin embargo, la industria del aborto se enmarca dentro de una espiral económica mucho mayor. Para simplificar las cosas, tomemos sólo tres variables: preservativos, píldora del día siguiente, y aborto. Todo empieza con el mensaje inicial: usa preservativos (cómpralos), y estarás protegido. El uso de preservativo aumenta la sensación de seguridad, con lo que se incrementan los encuentros sexuales (y se consume más este producto) y consecuentemente la probabilidad de que el mismo falle. Falló el preservativo: usa la píldora del día siguiente (cómprala). Sin embargo, ésta no se puede usar siempre. ¿Cómo solucionar en última instancia el problema? Aborto.

Cuando la gente tiene relaciones sexuales, lo que menos se quiere es un embarazo. Sin embargo, el preservativo no es 100% seguro, tiene un margen de error, y a más cantidad de relaciones sexuales, más probabilidades de caer en ese margen. Frente a esto, dos posibles soluciones: dejar de tener relaciones sexuales (y dejar de comprar preservativos, y píldoras del día siguiente), o buscar fomentar e incorporar en las legislaciones una solución rápida y sin remordimientos, para que la gente siga teniendo relaciones sexuales y comprando productos.

El problema es harto complicado. Acá les presentamos un trailer que nos permite echar un pequeño vistazo a la realidad, no sin antes invitarlos a revisar por su cuenta algunas cifras en internet... se sorprenderán.

¿Síndrome Post-Aborto?


Se presenta como la solución fácil, rápida… te lo practicas, y el mismo día vuelves a casa. Sin embargo, el aborto no sólo no es una solución (acabar con una vida no es una solución), sino que para nada es fácil.

Los efectos de lo que la ciencia ha denominado el “Síndrome Post-Aborto” (o PAS por sus siglas en inglés), pueden tardar semanas o hasta años en aparecer, pero siempre se presentan, y sin embargo, nadie habla de ellos… claro, para aquellos que promocionan el aborto como una solución, la verdad es muy incómoda.

Tanto en a nivel somático cuanto psicológico, se presentan una serie de síntomas, tales como culpa, tristeza, pesimismo, nostalgia, pérdida de concentración y motivación, promiscuidad, anorexia, bulimia, dolor y sensación de vacío, tics, etc. ¿Lo sabías?

Para conocer más a fondo este problema, te recomendamos el siguiente artículo elaborado por Christian Enrique Schnake Ferrer, quien es psicólogo y filósofo, y ha publicado en la Revista Electrónica de Psicología Científica:

Este link es bastante interesante no sólo por lo completo de la publicación, sino por los comentarios que le han hecho llegar, los cuales están al final del artículo.

Pena de Muerte… ¿Al inocente?

La violación es un acto nefasto. Es un acto que destruye, que mata, que cambia a quien lo padece. Estamos de acuerdo: nadie es igual después de haber sido víctima de una violación. Tan execrable es este crimen que candidatos a la presidencia del Perú han llegado a proponer la pena de muerte para los violadores, sabiendo que ello les haría ganar algunos (o muchos) votos. Sin embargo, a pesar de que el candidato que la propuso llegó a la Presidencia de la República, esta medida nunca llegó a implementarse… ¿o sí?

En la violación, son muy pocos los casos (pero los hay) en los que la víctima queda embarazada. Inmediatamente surgen muchas voces que tratan de apelar a nuestra sensibilidad: “¿Cómo obligar a una mujer a gestar en sus entrañas al hijo de su violador? ¿Cómo obligarla a padecer dicho sufrimiento?” No sabemos finalmente si es peor para la madre continuar con la gestación, o asesinar a su propio hijo, y no nos sentimos capaces de entrar en esta discusión, es por eso que presentamos el testimonio de una mujer que, a pesar de haber sido violada, decidió tener a su hijo. Ella puede decir con mucha más autoridad qué es peor (o mejor).

Al margen de esta discusión, lo cierto es que, cuando producto de una violación se produce un embarazo, aparecen tres sujetos: El violador, la víctima, y el inocente… ¿Por qué aplicarle la pena de muerte al inocente?


Al menos tú puedes discutirlo

.

.

Si estás leyendo este blog es porque te interesa el tema del aborto. Al margen que estés a favor o en contra del mismo, recuerda que al menos tú tienes la posibilidad de tomar una postura. ¿Crees que no hay solución? Aquí tienes el testimonio de una mujer cuya madre prefirió darla en adopción antes que abortarla. ¿Qué le dirías tú a tu madre si hubiera tenido que tomar esa decisión?

.

Aborto en Perú: ¿Delito o derecho?

.
.
Un derecho es una situación jurídica de ventaja; es decir, una posición en la cual las leyes te habilitan a exigir algo de alguien. Por ejemplo, tenemos derecho a la propiedad, y por lo tanto, podemos exigir que otros respeten nuestras pertenencias y no se apropien de ellas.
.
Un delito, en cambio, es la realización de una conducta que no sólo vulnera una norma penal, sino que además lesiona o pone en peligro aquello que se busca proteger con dicha norma. Así, si alguien mata a otra persona, comete un delito no sólo porque infringe la norma que prohíbe matar, sino porque vulnera la vida de otra persona, la cual se protegía con dicha norma.
.
De acuerdo con nuestro Código Penal, el ABORTO es un DELITO, el cual acarrea la imposición de una pena, no sólo para quien se lo practica, sino para quien ejecuta el acto. Aquello que se protege con dicha norma es la vida del concebido. Sin embargo, nuestro ordenamiento contempla UNA SOLA situación en la cual el aborto, sin dejar de ser delito, no va a ser sancionado penalmente (artículo 114º). Se trata del aborto terapéutico, el cual, de acuerdo con dicha norma, opera “(…) cuando es el único medio para salvar la vida de la gestante o para evitar en su salud un mal grave y permanente.” Es decir, el aborto practicado sigue siendo un delito, pero por las razones expuestas, no se va a reprimir la conducta de su autor. Se trata del único supuesto de aborto no punible.
.
No es lo mismo, decir que en virtud de esta norma una persona tiene derecho a abortar. HACERLO IMPLICARÍA DECIR QUE UNA PERSONA TIENE DERECHO A COMETER UN DELITO, y no existe papel que soporte alguna justificación en ese sentido, más aún cuando nuestra Constitución –norma que se encuentra por encima del Código Penal- señala claramente que “El concebido es sujeto de derecho en todo cuanto le favorece.” (Artículo 2º inciso 1), y por lo tanto, es él quien tiene el derecho a vivir, y no la madre el derecho a matarlo.
.