domingo, 27 de diciembre de 2009

Sin brazos, sin piernas... Nick Vujicic

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Una vida sin límites... "(...) yo nací sin brazos ni piernas, nunca hubo una razón médica del por qué pasó esto (...)". Nick Vujicic nació en Melbourne, Australia, en diciembre de 1982. Su vida estuvo llena de dificultades. Una de ellas fue no poder acudir a una escuela normal pese a no tener discapacidades mentales, pero Nick fue uno de los primeros estudiantes discapacitados en migrar a una escuela normal. Aprendió a escribir usando los dos dedos en su “pie” izquierdo, y utiliza un aparato que se introduce en su dedo más grande para sostener cosas. Aprendió a usar la computadora y a teclear con el método “heel and toe” (demostrado en sus charlas). También puede lanzar bolas de tenis y contestar el teléfono.

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Sufrió acoso en el colegio, que le afectó muy negativamente y, con ocho años, comenzó a plantearse el suicidio. Después de rogar por unos brazos y unas piernas, Nick comenzó a observar que sus logros eran la inspiración de muchos, y comenzó a agradecer que estaba vivo. Con diecisiete años comenzó a dar charlas a su grupo de oración y comenzó una organización sin ánimo de lucro.* Está de más decir que sus padres decidieron no abortar.

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*Fuente:

http://es.wikipedia.org/wiki/Nick_Vujicic

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jueves, 10 de diciembre de 2009

El que ríe último... ríe solo

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Y el Ministerio de Salud habló. Mediante la Resolución Ministerial Nº 784-2009/MINSA, del 18 de noviembre de 2009, publicada en el diario El Peruano el 20 de noviembre de 2009*, el Ministerio de Salud acató (¿acató?) el fallo del Tribunal Constitucional recaído sobre la sentencia que corresponde al Expediente Nº 02005-2009-PA/TC (píldora del día siguiente o Anticonceptivo Oral de Emergencia – AOE). Recordemos que dicha sentencia, en la segunda disposición de su fallo dispuso:

Ordenar que los laboratorios que producen, comercializan y distribuyen la denominada “Píldora del Día Siguiente” incluyan en la posología la advertencia de que dicho producto podría inhibir la implantación del óvulo fecundado.”

El Ministerio de Salud no podía quedarse callado… y no calló. En la aludida Resolución Ministerial –artículo 1º- dispuso que en la posología de la llamada píldora del día siguiente se incluya el siguiente texto:

“De acuerdo a lo resuelto por el Tribunal Constitucional, en el numeral 2 de la parte resolutiva de la sentencia recaída en el expediente Nº 02005-2009-PA/TC:

El producto podría inhibir la implantación del óvulo fecundado.”

Algo largo el texto… tal vez hubiera bastado dejar sólo el segundo párrafo. En fin, continuemos. El que ríe al último, ríe mejor. Tal vez en esto pensaron los funcionarios del Ministerio de Salud al redactar la Resolución Ministerial en cuestión, pues al primer artículo de la misma, le siguió un segundo artículo, que dispuso incluir en la posología de la famosa pastilla, también el siguiente texto:

De acuerdo a la nota descriptiva OMS Nº 224 de la Organización Mundial de la Salud revisada en octubre de 2005:

Se ha demostrado que las píldoras anticonceptivas de emergencia (PAE) que contienen Levonorgestrel, previenen la ovulación y no tienen un efecto detectable sobre el endometrio (revestimiento interno del útero) o en los niveles de progesterona cuando son administradas después de la ovulación, no siendo eficaces una vez que el proceso de implantación se ha iniciado, no provocando un aborto.”

Está claro que este blog defiende la vida, está claro también que la posición del actual Ministro de Salud Oscar Ugarte Ubilluz defiende el uso de la píldora del día siguiente. El fallo del Tribunal Constitucional, por el contrario, no toma una postura de forma contundente, sino que afirma –con pruebas en mano- que la píldora del día siguiente puede ser abortiva, y pide que ello sea informado a la población.

Después de leer lo dispuesto por el Ministerio de Salud, queda un olor extraño en el ambiente, será a caso un olor a… ¿revancha? Queda claro que en la parte correspondiente a su fallo, el Tribunal Constitucional adoptó una opción intermedia. A aquellos que defendemos la vida desde su concepción, nos pareció insuficiente, pues creemos que la posología de la píldora del día siguiente debe decir que la misma es abortiva, o por lo menos decir expresamente que existe la probabilidad que lo sea, y no evitar tensiones apelando al término “inhibir la implantación”. Definitivamente al señor Ministro creyó que la posología de dicha pastilla debía inclinarse por la posición contraria y dejar la sensación de que el AOE no es abortivo… con la diferencia que él pudo institucionalizar su posición y mandar escribirla en todos estos “medicamentos”, como si se tratara de un blog. “Creías que me ganaste, pero no…”

Si aquellos que escribimos este blog estuviéramos en el Ministerio de Salud y el fallo del Tribunal Constitucional hubiera ordenado escribir en su posología que la píldora del día siguiente no es abortiva, muy probablemente hubiéramos tratado de hacer algo para informar a la población de lo que –creemos- es lo correcto… informar, no CONFUNDIR. Esto viene a que la aludida Resolución Ministerial –para justificarse- señaló que el Tribunal Constitucional citó posiciones de la OMS y de la OPS que sostenían que:

“(…) No existe un solo estudio científico que la AOE tiene un efecto abortivo”

Sin embargo, la Resolución Ministerial en cuestión no señala que el Tribunal Constitucional –fundamento 45-, haciendo referencia a lo dispuesto por la FDA (Food and Drug Administration) en materia de Anticonceptivos Orales de Emergencia, precisó que:

“Si ocurriese la fertilización, Plan B puede impedir que el óvulo fertilizado se adhiera en el útero (implantación).”

Va uno, y basta para contradecir tanto a la OMS cuanto a la OPS. Sin embargo, pasa que la disposición que –motu proprio- incluyó el Ministerio de Salud no es del todo clara, y por eso es útil para transmitir el mensaje final “(…) no provocando un aborto.” Esto porque indica que la píldora del día siguiente no actúa si el proceso de implantación (en el endometrio) se ha iniciado, cuando antes señala que ésta no afecta al endometrio al ser ingerida después de la ovulación… y sin embargo, la ovulación no marca el inicio del proceso de implantación. No queda claro si esta pastilla no actúa luego de la ovulación o con el inicio de la implantación… lo único que es medianamente claro es que no se produce un aborto, y eso es suficiente.

Pero hay algo más grave aún, y es que cuando alguien sin mayores conocimientos médicos tenga en sus manos la posología de la píldora del día siguiente no va a saber a quién hacerle caso: a la OMS o al Tribunal Constitucional (que ya valoró la posición de la OMS en su sentencia). El Ministerio de Salud quiso reír al último, y ríe, pero ríe solo, pues enfrenta ante todo el Perú a dos instituciones –una que le es afín, y otra a la que quiere desautorizar-, dejando a los peruanos sumidos en la confusión. El que ríe al último, ríe mejor, pero también se ríe solo… como quien lanza una burla.

*Se puede buscar y descargar la Resolución Ministerial Nº 784-2009/MINSA de:

http://www.elperuano.com.pe/PublicacionNLB/normaslegales/wfrmNormasBuscar.aspx

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La foto que conmocionó al mundo en 1999*

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Michael Clancy, un fotógrafo profesional que nunca había cubierto casos médicos, se enteró que en la Universidad de Vanderbilt en Nashville, (Estado norteamericano de Tennessee), tendría lugar algo que podía considerarse como un “noticia importante”, por lo menos en el campo de la cirugía: la operación de un niño por nacer en el vientre materno. Conseguida la autorización para tomar la foto, Clancy nunca se preparó para lo que su obturador registraría: el momento en el que pequeño bebé recién operado estira su pequeñísima mano desde el interior del útero de su madre para sujetar uno de los dedos del médico que lo había intervenido.

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La imagen ha sido considerada como una de las fotografías médicas más importantes y el recuerdo de una de las operaciones más extraordinarias registradas en el mundo. Pero la historia detrás de la imagen es más impresionante aún. Se trata de la experiencia, lucha y confianza de una pareja de esposos que decidió agotar hasta el último recurso para salvar la vida de su primer hijo. Julie y Alex Armas viven en Georgia, Estados Unidos. Ellos lucharon durante mucho tiempo por tener un bebé. Julie, una enfermera de 27 años de edad, sufrió dos pérdidas antes de salir embarazada del pequeño Samuel. Sin embargo, cuando cumplió 14 semanas de gestación comenzó a sufrir fuertes calambres y una prueba de ultrasonido mostró las razones. Al revelar la forma del cerebro y la posición del bebé en el útero, la prueba evidenció serios problemas. El cerebro de Samuel lucía deforme y la espina dorsal se desprendía de una columna vertebral que también lucía anomalías. El diagnóstico no se hizo esperar, el bebé sufría de “spina bífida”, un síndrome por el cual la columna vertebral en formación no cierra, dejando la médula expuesta y afectando seriamente funciones motoras. A los padres se les propuso elegir entre un aborto o un hijo con serias discapacidades.

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Alex, un ingeniero aeronáutico de 28 años de edad, relata que se sintieron devastados por la noticia pero, por su profunda fe, el aborto nunca fue una opción.

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Antes de dejarse abatir, la pareja decidió buscar una solución por sus propios medios y fue así como ambos comenzaron a solicitar ayuda a través de Internet. Fue la madre de Julie -que ahora administra una página web especializada en casos de “spina bífida”, quien dio con la página electrónica que proporcionaba detalles sobre la cirugía fetal experimental desarrollada por un equipo de la Universidad de Vanderbilt. De esta manera, entablaron contacto con el Doctor Joseph Bruner -cuyo dedo es el que sostiene Samuel en la fotografía- y comenzó así una carrera contra el tiempo.

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Dado que afecta la espina dorsal, la malformación puede llevar al daño cerebral, generar diversas parálisis e incluso una incapacidad total. Sin embargo, si pudiera ser corregida antes que el bebé nazca, se tienen muchas más opciones de curación.

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Aunque el riesgo era grande y el bebé no podía nacer en ese momento, los Armas decidieron ensayar la novedosa cirugía. La operación fue un éxito. Durante ella, los médicos pudieron tratar al bebé –cuyo tamaño no era mayor al de un conejillo de indias- sin sacarlo del útero, cerrar la brecha originada por la deformación y proteger la médula espinal, que sirve de camino para las señales nerviosas desde y hacia el cerebro. Samuel se convirtió así en el paciente más joven en haber sido sometido a una intervención quirúrgica de su tipo.

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Los periódicos, revistas y páginas de Internet que habían cubierto el caso de Samuel, recibían constantes presiones de sus lectores para averiguar qué había pasado con Samuel. Finalmente, a pesar de la preocupación de la familia por su privacidad, los esposos Armas decidieron publicar una escueta nota de prensa dando un feliz anuncio: Samuel nació a través de una operación cesárea el 2 de diciembre de 1999, casi un mes antes de lo previsto, un poco bajo de peso, como era de esperarse, pero en perfecto estado de salud, a pesar de las naturales secuelas de su problema, especialmente una cierta rigidez en las piernas. Dos meses y medio después de su milagroso nacimiento, el pequeño Samuel inició un arduo programa de rehabilitación destinado a completar el éxito de la operación intrauterina que le practicaron cuando sólo tenía 21 semanas de gestación. Su madre, explicó que Samuel pesaba más de tres kilogramos y y aunque el pequeño necesitará de algunos implementos para comenzar a caminar, “su ortopedista está muy satisfecho con su evolución”.

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La Sra. Armas confesó que siempre supo que la complicada operación intrauterina no implicaba la cura para su hijo sino “una gran esperanza”. Pero las buenas noticias no son pocas: el menor no ha desarrollado hidrocefalia, o sobreproducción del fluido cerebral que es una de las complicaciones más comunes de la espina bífida. La última prueba de ultrasonido sobre su cabeza demostró que era prácticamente normal.

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“Él es un bebé típico, nos mantiene despiertos toda la noche”, agrega Julie y expresa que con su esposo han decidido no conceder más entrevistas porque no quieren perder su vida privada. Sobre las entrevistas ya publicadas, Julie afirma que las hicieron conscientes “de que la gran mayoría de los bebés que sufren de espina bífida son abortados en el país”. “Nosotros queríamos ayudar a la gente con nuestro testimonio. Somos una pareja educada y profesional que ama y valora a su hijo aunque para la sociedad tenga un defecto. No importa cómo sea Samuel, lo único que sabemos es que Dios le ha permitido nacer para impactar a otros con una fotografía de su pequeña mano”.

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* Texto e imágenes extraídos de:

http://www.asociacion-universitariosporlavida.es/2009/11/1466/

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